Se trata de un bar amigable en el corazón de Santos Suárez, cerca de la Avenida Lacret lo cual le da al lugar bastante movimiento y agitación. La decoración remite a un ambiente vintage con énfasis en objetos recuperados, texturas como la madera, discos de pasta a manera de doillets, recortes de periódicos enmarcados, fotogramas de El chicuelo, afiches de obras teatrales y anuncios de cerveza antiguos. La iluminación es tenue y capaz de crear ambientes íntimos en algunos espacios del pequeño bar al que vale la pena ir bien acompañados para degustar de la variedad de tragos y tapas hasta bastante entrada la noche. La oferta de bebidas es una selección de lo más popular de la coctelería internacional con mezclas como gin tonic, michelada, kamikaze o margaritas y precios que varían entre los 150 y los 320 CUP. Por otra parte, la oferta gastronómica está diseñada en función de acompañar las tardes o noches de tragos con pizzas, y picaderas variadas: carpaccio de res o pulpo, aceitunas, focaccia, o papas fritas.
Quizá sean sus camareros los responsables directos de hacernos sentirnos aquí, en el 559, como en casa de nuestros mejores amigos. Cualquiera de los dos equipos, uno liderado por Ariel y el otro por Annie en días alternos serán capaces de hacer de nuestra noche algo memorable. Tras el concepto bohemio de este antiguo garaje convertido en bar, así como tras el diseño de la carta de tragos y menú está Michel, dueño y chef de profesión, quien tiene en su currículo haber estado tras los fogones del famoso Sangri-la.
Si para convencernos de ir, todo esto no basta aún, quizá la música en vivo nos haga finalmente decidirnos por hacer del 559 nuestro bar favorito. Con la descarga de Guillermo Rodríguez ―guitarrista acompañante promocionado en las redes sociales del 559 como “La victrola humana”― y sus diferentes invitados en varias noches de la semana. Los jueves después de las 10 y hasta la medianoche es el momento de hacer una reservación en el bar para disfrutar del espectáculo “Noche bohemia” con el trovador Charly Salgado y su selección de temas de Joaquín Sabina, Joan Manuel Serrat y Silvio Rodríguez para los nostálgicos, además de reconocidos temas del patio y de lo más popular del repertorio internacional.
El bar ofrece un respiro garantizado, con su espacio de solaz, buena música y tragos para olvidar las penas, el calor y las colas. Su ambiente bohemio y distendido recuerda por momentos las cálidas noches de las tabernas de playa. El servicio es personalizado y afable lo que hace, según se ve, que los clientes siempre regresen por otro ―y siempre otro―, trago más.
Cierto!!!, maravilloso, acogedor, familiar, perfecto!! gracias
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