El tiempo pasa y ya la calle Arbat tiene entre sus ilustres moradores, miembros de la oligarquía; y la economía de mercado junto a las posibilidades de expresión abiertas y las demandas de los siempre fieles lectores ha cambiado el rostro del funcionamiento editorial tanto como el de la ciencia ficción que se produce en Rusia donde, por ejemplo, ya los editores sienten más confianza al apostar por obras nacionales contando con figuras como Víktor Pelevin o Zajar Prilepin distinguidos como best-seller nacionales, por ejemplo; o el caso de Serguei Lukianenko quien ha logrado posicionarse sin discusión en los lugares de preferencia con múltiples avales provenientes de editoriales de todo el mundo, con su obra traducida ya a insospechados idiomas. Un agigantado paso hacia el futuro es lo que plantea para el espacio editorial cubano la publicación de Serguei Lukianenko. Llegó a los anaqueles cubanos primerament...